Viajar puede ser una fuente de alegría y crecimiento personal, pero también puede causar ansiedad en algunos viajeros. Ignorar este malestar puede empeorarlo, por lo que es importante tomar medidas para gestionarlo de manera efectiva.
La ansiedad por viajar puede presentarse antes o durante el viaje, y puede estar desencadenada por diversas situaciones, como el miedo a volar, conducir, o viajar en tren y metro. Según Lisa Wilson, trabajadora social clínica asociada del Centro para la Ansiedad al Viajar (CTA) en EE.UU., esta ansiedad puede surgir de repente, incluso en personas que han viajado sin problemas durante años.
El CTA ofrece programas basados en métodos cognitivo-conductuales, desensibilización, relajación y atención plena para ayudar a los viajeros a superar sus miedos. Abordar la ansiedad en lugar de ignorarla es crucial para resolver el problema y permitir a las personas disfrutar de sus viajes sin estrés.
Además de buscar ayuda profesional, hay varias estrategias que pueden ayudar a reducir la ansiedad por viajar:
- Identificar el origen de la ansiedad: Comprender qué situaciones específicas desencadenan la ansiedad es el primer paso para manejarla. Pregúntate si la preocupación surge por estar en la carretera, por la falta de control o por estar rodeado de mucha gente.
- Planificar el viaje: Escribir un itinerario detallado y pensar en planes de acción alternativos puede dar una sensación de control y preparación. Utilizar aplicaciones de planificación de viajes como TripIt, Wanderlog o Sygic Travel puede ser muy útil.
- Técnicas de relajación: Respirar profundamente, meditar, y mantener la atención plena son técnicas efectivas para reducir la ansiedad. Experimenta con diferentes métodos antes de viajar para encontrar el que mejor funcione para ti.
- Llevar fuentes de alegría: Viajar con elementos que te traen alegría, como un diario, un libro, juegos, música o tus programas de televisión favoritos, puede distraerte de los pensamientos negativos.
- Mantenerse activo y en contacto con la naturaleza: Incorporar actividad física en tu rutina diaria, especialmente antes y durante el viaje, puede ayudar a reducir la ansiedad. Pasar tiempo al aire libre y en contacto con la naturaleza también tiene un efecto positivo en el estado físico y mental.
Tomar estos pasos puede ayudarte a manejar mejor la ansiedad por viajar y permitirte disfrutar de la experiencia de viajar sin preocupaciones.